Fic Gin x Sherry, Él habia matado

Jerez Dom Ene 24, 2010 11:40 pm

Hola os dejo este fic que he traducido, ya que estaba en ingles, no es mio, no se de quien es
espero que os guste, a mi me acongoja cada vez que lo leo:
Es un oneshot

Había matado….
Había matado a su hermana.
Eso era un hecho. Que ni él ni ella podían cambiar, Todo lo que podían hacer era dejarlo atrás de ellos, ocultar la idea en el rincón más profundo de sus mentes, donde pudiera pasarla por alto de manera segura y seguir con sus vidas día a día.
Pero como cualquier pensamiento no deseado, tenía que aparecer cuando uno no lo esperaba o quería…
El hombre se quedo inmóvil mirando una esquina con la frase en la cabeza:
“Me matasteis a mi hermana”
No había mucho que pudiera hacer para distraerse cuando esta frase parecía en él, los platos estaban en el fregadero inclinados sin la limpieza necesaria, pero no se dio cuenta de ellos, sus fríos ojos verdes miraban sin ver el agua corriente que caía por el desagüe, sus dedos estaban sosteniendo el enchufe que todavía tenía que usar esta noche.
Se sacudió así mismo en un intento de deshacerse de ese estado, cosa que logro, para al menos tapar el fregadero y llenarlo con agua y jabón, con su mano izquierda cerro la llave, y entonces alcanzo a ver su reflejo en la ventana de encima del fregadero y se congelo de nuevo.
Sí, allí estaba él, Un hombre alto, de descendencia japonesa, sus pómulos altos y marcados, la barbilla prominente sobresalía, él hizo una mueca recordando el hombre que una vez fue. Donde antes había una melena larga descolorida, ahora había una melena corta teñida de color marrón, Su largo abrigo negro, y su jersey azul de cuello de tortuga arrugado habían sido sustituidos por una camisa de fiesta, y la mano que ahora había colocado sobre la llave hacía años que no cogía una pistola, Sin embargo aun podía sentir la impresión del daño
Había sido lo había hecho quince años
Se sentía como si hubiera pasado un tiempo absoluto desde su vida de entonces, cuando estaba en noches oscuras y sombrías en el muelle en la entrada del frio del invierno.
Sus se centraron en una serie de copos de nieve más allá del vidrio y con un profundo suspiro volvió a su tarea, dejo el resto de platos en el fregadero lleno y les añadió jabón extra, decidió alejarse de ellos por el momento, salió de la pequeña cocina y entro en el salón, una vez allí, apago la televisión que había dejado encendida y se sentó en el sofá, ignorando deliberadamente el papeleo que había sobre la mesa de café.
El tiempo lo cambió. Ciertamente ya no era el asesino de su juventud, capacitado para ser eficaz, ordenado, sin dejar cabos sueltos…. Eso no significaba que no quedaran rastros de Gin en él. Todavía era tan atento, tan particular en cómo eran las cosas. Es solo que ahora él tenía algo que lo distraía de todo eso, algo que podía hacer que los platos esperaran. Algo más eficiente que las condenadas sesiones semanales con el psicólogo para aplastar cualquier lujuria por el asesinato o la tortura.
No había sido la cárcel lo había cambiado, lejos de ello
Tenía que haber sido condenado a pena de muerte, pero le cayó una condena muy corta, se habrían hecho cargo de él, pero él había sido demasiado listo destruyendo las evidencias de sus crímenes, los abogados habían encontrado el derecho de defenderlo… Más importante aun había dado muerte a las personas adecuadas en el momento adecuado, En cambio solo le había caído una condena de 20 años en prisión, que, al final con los contactos adecuados, solo fueron 10, con libertad anticipada. Él era libre de hacer lo que quisiera siempre y cuando fuera a la revisión con el psicólogo, y el psicólogo era fácil de manipular.
Por supuesto, la temporada de celdas lo había privado de los contactos eficaces en el mundo que había conocido y su talento también había ido desapareciendo por falta de uso, su liberación anticipada de prisión había causado política, cuando salió a la calle debía decidir si volver a retomar su modo de vida o quedarse de baja por un tiempo.
Y que nadie se equivoque, en ningún momento de su condena Gin sintió ningún remordimiento por sus crímenes, ya que él nunca recordaba los rostros ni los nombres de las personas que había matado, por eso nunca tuvo ningún sueño en que la culpa lo acosara. Para él todo había sido una forma de vida y una profesión. Una que era maldecida, y que, se le ofreció mucho más que en cualquier otra carrera que pudiera hacer, financieramente como mentalmente.
Habría regresado fácilmente a sus viejas costumbres, si no fuera porque había estado siguiendo el entusiasmo de algunos criminales que habían sido eficaces contra la lucha de la delincuencia tras haber cometido el crimen. No podía permitirse el lujo de volver a la cárcel solo porque algunos que luchaban contra el crimen lo habían reconocido y habían llamado para evitar sus crímenes. Así que Gin decidió dejar atrás su vida como criminal y buscar otro empleo en el que pudiera emplear sus talentos.
La suerte quiso que no tardara mucho tiempo en encontrarse con la joven causante de su detención, termino trabajando con ella.
Ahora se le conocía como Jin, parecía malhumorado, de pie sobre la mesa junto a él, había una foto, que la pila de papeles había ocultado la mitad de la foto, pero que aun se podía ver su sonrisa.
En aquel entonces no sonreía, lo miro con terror en silencio durante unos instantes, antes de sujetar sus brazos y darle una media sonrisa de buen corazón, como había sido antes de ver su reflejo. La primera conversación había sido bastante civil y ambos se despidieron sin provocar ningún escándalo. No se sorprendió al encontrarse con Sherry, ella había logrado dejar de ser la científica mortal que habían hecho de ella. Tampoco se sorprendió de que una semana después Kudo se hubiera enterado de la liberación anticipada de él y le estaban investigando. A Gin no le preocupo. Mientras él no cometió ningún delito posterior a su liberación. Lo único que el chico podía hacer era señalar a los funcionarios de prisión implicados que le habían dado la libertad anticipada. A pesar de que Kudo se arrepentía hizo una llamada inesperada a su casa para recordarles lo del chico de mirada asesina y ingenio agudo.
Al pasar el tiempo, Gin, se encontraba cada vez menos interesado en volver a vivir en una organización criminal, y mas y mas interesado, en intercambiar bromas con una mujer en concreto, había conocido el mundo de la riqueza y había descubierto que no necesitaría más de lo que le pagaría una vida respetable y cuidar de su desatendido porsche. Había conocido el mundo de las emociones, y las mujeres fáciles y pensaba que ya no tenían el valor que una vez tuvieron para él.
En ese lugar había encontrado una vida más tranquila, una en la que participaba ella.
Si hubo una sola palabra que Gin no pudo utilizar fue “fracaso”, pero Jin había conseguido llegar a su meta. Después de cuatro años de comentarios sarcásticos, exabruptos y el flirteo con bromas extrañas, Jin Kurosawa había conseguido casarse con Shiho Miyano.
A pesar de que había matado a su hermana
No había sido hasta ahora que lo que significaba este hecho le golpeó.
La nieve se arremolinaba fuera y el viento golpeaba las persianas. Su coche estaba temblando en su garaje mientras sacaba de su bolsillo un trozo de tela, color rosa, del color sangre fresca con la fusión de la nieve. Aún podía recordarse de pie en un tejado, al aire libre. Había sido la sangre de ella la que manchaba la nieve de la noche, ¿él había tenido la intención de matarla? ¿Lentamente? Sea o no, se respondió a sus preguntas. Él quería indemnizarla por la vergüenza que le había hecho pasar antes. Ahora Jin se retorcía de la vergüenza que sentía por lo que hizo aquella noche
Un ruido lo despertó con pequeños gemidos desde el sofá, pero esa noche estaba todavía en sus pensamientos cuando salía de la sala de estar para el dormitorio. Allí lanzo la tela de color rosa, un calcetín, en la parte superior de la cómoda, antes de inclinarse sobre la cuna se encontraba cerca. El pequeño lloraba y no paró hasta que lo tomo y empezó a mecerlo en sus brazos, Era una niña, su niña, él comprobó si tenía alta temperatura, antes de acariciarle suavemente la mejilla. Todavía le sorprendía lo impotente que era ser pequeño. Hacía una semana que el bebe había vuelto a casa con su madre del hospital. Y pensar que casi había matado a la persona que se convertiría en la madre de su hija….
Contento de ver que todo lo que el bebe necesitaba era tranquilidad para dormir, y no un biberón, Jin, lo puso suavemente en la cuna junto a su hermano.
Mellizos
Jin no había tenido nunca un hermano. Tampoco había estado nunca cerca de sus padres. La relación más fuerte que había tenido antes de Shiho había sido su subordinado Vodka… Y aun entonces había estado tan cerca.
Gin en aquel entonces nunca había entendido porque Akemi Miyano hacia todo lo que hacía “para su hermana” no había sido capaz de relacionarse desde que Sherry dejo de trabajar exigiendo respuestas sobre la muerte de su hermana.
Pero si era algo parecido a lo que sentía ahora por las dos niñas pequeñas que ahora residían bajo su techo….
Había matado a su hermana. Había matado a su tía.
Se le puso peso en el corazón, pero se le paso, Jin fue a acercarse a la cama junto a su esposa dormida. Su mano izquierda que recorrió el cuerpo de Shiho, que miraba mientras respiraba suavemente, su sueño había sido perturbado por pesadillas que antes conoció.
Un susurro salió de sus labios y se inclino para besarla en la frente:
“¿Podrás perdonarme?”