Rol: Desequilibrio, lucha por el poder y la estabilidad

Después de que Dom ordenase llevarse al rehén y ponerla al mando, Cassis le sonrió como agradecimiento y se fue directa al Porsche 356 A, donde la esperaban Gin y Vodka para regresar a la sede. El camino fue silencioso, como siempre, hasta que aparcaron y se bajaron del coche.
-Cass. ¿Vas a dejarme que mate al sujeto que has capturado?
-¿Por qué debería hacerlo?
Gin le sonrió sádicamente y se dio la vuelta para empezar a irse. Cassis le gritó desde lejos "¡Mañana a primera hora!" y se dirigió a uno de los sótanos, donde solían tener a los rehenes. Por el camino se encontró con Dom.
-Cassis, veo que vas directa a disfrutar de tu presa.
-Exacto. Por cierto, ¿en qué sala tenemos los licores?
-En uno de los sótanos. ¿Es para él?
-Por supuesto. Va a pagar lo que nos hizo.-Esbozó una gran sonrisa y fue a por cinco botellas de Dom Perignon.
Al llegar, encontró al sujeto atado a una silla, vigilado por un miembro de quien ni siquiera sabía su nombre. Colocó las botellas de alcohol en el suelo.
-Gracias. Puedes irte, ya me encargo yo de él.
El miembro menor se marchó y Cassis suspiró.
-Bueno.. Por fin te tengo. Vas a hablar, todo lo que sepas de tu despreciable gente, quieras o no. Pero más importante aún: vas a pagar por cómo te burlaste de Dom Perignon y de mi. Vas a aprender que con los hombres de negro no se juega.

Sacó su Beretta y le pegó un tiro en el hombro derecho. Quería que viese como salía sangre sin parar de su cuerpo. El sujeto gritó de dolor..
-¿Al primer disparo? No pensaba que fueses tan débil- Dijo ella, y tiró la Beretta al suelo mientras sacaba una daga. A continuación se arrodilló junto a él.-Me parece tan patético que un tipo como tú llegase a pensar que tenía una mísera posibilidad de matarnos.. -Mientras decía esto, había metido la punta del frío metal en la herida de bala y deslizó el arma desde ahí hasta su muñeca, recorriendo todo el brazo haciendo presión.-Solo eres un estúpido que tuvo suerte.-Clavó la daga en uno de sus muslos, desgarrando la ropa y la piel, y volvió a sacarla llevándola a su cara esta vez. Empujó con la parte no afilada su barbilla para que la mirase a los ojos, y sonrió.-Seguro que estás deseando haber muerto aquel día.. -Y le pasó la daga desde la comisura de los labios hasta la parte alta de la mejilla, desformando su cara. El hombre empezó a no poder respirar bien, preso del pánico que sufría en silencio. Cassis cogió una botella de Dom Perignon y se la dio para que la bebiese, obviamente no hizo caso a la primera.-¡Que bebas!-Gritó la chica, rajándole el brazo derecho. Ahora sí que obedeció y, mientras él bebía, ella se dedicó a hacerle pequeños cortes a lo largo del brazo. Estaba disfrutando de su cara de dolor, sabía que no podía más, que se estaba ahogando. Acabó la botella y Cassis fue a por las demás. Empezó a derramarlas por todas sus heridas abiertas, haciendo que gritase de dolor, asco e impotencia. Ella reía. Cuando hubo acabado, escuchó como decía con la poca voz que podía sacar:
-Lo he perdido todo.. Hablaré.. Pero déjame morir de una vez..
Cassis se puso muy contenta al oir eso, significaba que le había derrotado. Entonces empezó a hacerle preguntas que a ella no le importaban en absoluto, solo cumplía con su trabajo. Le sacó hasta la última gota de información que pudo y realizó el informe para Dom Perignon.
Cuando acabó, ordenó a un vigilante del sótano que le taponase las heridas y le mantuviese vivo toda la noche.
-Mañana a primera hora vendrá Gin a encargarse de él.
-Como mande.

Salió de allí y fue hasta el despacho de Dom Perignon, plantas arriba. tocó la puerta y entró.
-Toma. Es todo lo que sabe.-Dijo entregándole el informe.
Dom, al verla cubierta de sangre, no pudo ocultar su expresión de sorpresa.
-Veo.. Que te has divertido.
-Ha cumplido lo que nos debía.-Afirmó con una gran sonrisa.-Y ahora necesito un baño y descansar.
-Sí, será mejor que descanses.. Mañana habrá una reunión y no será agradable.
-Está bien, hasta mañana entonces.

Dicho esto, salió de la sede. Fuera se encontró a Amarula fumando.
-Vaya vaya, qué sádica te has puesto.-Admiró el asesino al verla cubierta del color rojo.
-Ha sido divertido.
-No lo dudo. Mañana, a la reunión, no vayas desarmada.
-Nunca voy desarmada a ningún sitio. Pero es una reunión, ¿qué te preocupa?
-Montones de altos y medios cargos discutiendo donde estará el jefe y qué hacer con el y con toda la organización.. No creo que vayan a ser amables.
-Sí.. Tienes razón. Ten cuidado entonces.- Y dicho esto, se fue hacia su casa.

Amarula terminó de hablar con Cassis y vio como ella se alejaba a descansar. Se quedó fumando tranquilamente antes de retirarse. Mañana seria un día muy agitado y necesitaría estar con sus sentidos mas alertas que nunca. Si su intuición no le fallaba, habría una lucha de egos y lo mejor era llegar a la reunión bien despierto. Cuando finalmente se estaba retirando por el pasillo, vio acercarse a una dupla muy conocida en aquella organización oscura. Eran Gin y Vodka, quienes caminaban tranquilamente con la mirada al frente. Amarula siguió su camino con la intención de pasar junto a ellos pero cuando se encontraba muy cerca, vio como Gin se fijó en el y detuvo el paso. Aquello no era normal...

Creo que ya va siendo hora que intercambiemos algunas palabras tu y yo

Amarula se quedó sorprendido. Esa era la primera vez que Gin le dirigía la palabra desde que el asesino de las rosas había llegado a la organización. No supo que decir, así que decidió que lo mejor sería esperar a que aquel famoso asesino dijera algo mas. Efectivamente, así sucedió

Dicen que la imitación es la mejor forma del halago-le dijo Gin sin apartar la mirada. Acto seguido, sacó una rosa roja de su bolsillo- Sin embargo, las rosas blancas nunca me han gustado, por mas que las impregnes en sangre, nunca tendrán el color genuino de una autentica rosa sangrienta

Amarula lo miró intentando ocultar su curiosidad y diversión. ¿Así que Gin creía que Amarula usaba rosas blancas para imitarlo a el? Eso sonaba gracioso, pero procuró ocultar lo mas posible ese sentimiento de su expresión. Sabia que no era prudente tener de enemigo a alguien como Gin y le habían llegado rumores de que se ofendía con facilidad

Escucha Gin-contestó Amarula guardando toda calma- No se a donde quieres llegar, mañana hay una reunión importante y tenemos que...

Si, por supuesto que lo se- interrumpió Gin elevando un poco el tono- Tu y tu amigo Bourbon son parecidos, se creen siempre que van un paso delante de los demás. Créeme muchacho, a ambos aún les falta mucho para llegar hasta lo mas alto

Vodka observaba y ahora se limitó a reír con su clásica risita ronca. Amarula no cayó en la trampa, sabía que aquello era tan solo una provocación para analizar su reacción, así que se limito a quedar completamente sereno y observó a Gin con una mirada inquisidora. Gin lo observó también y pareció embozar una sonrisa de triunfo

Vaya, veo que eres tal cual como me habían comentado. A pesar de lo que he dicho y de la risa del zopenco de Vodka, no caes en el gatillo fácil. Eso me gusta. Amarula, esto es lo que se hará- le dijo Gin entrecerrando los ojos cuando pronunció las últimas palabras- A partir de mañana, trabajaras con nosotros, conmigo y con Vodka. Se vienen cambios muy grandes en esta organización y me gustaría tenerte en mi equipo, te lo has ganado

Amarula se quedó pensativo. Por un instante se sintió halagado, pero por otro lado eso implicaría mas trabas para encontrar a ese malnacido, el asesino de sus padres. Por eso Amarula hubiera preferido seguir solo a partir de este punto. Aunque pensandolo mejor, sería muy conveniente tener un aliado como Gin si esperaba llegar hasta lo mas alto en la organización. No lo dudó

De acuerdo- respondió finalmente-¿Pero que haremos a partir de ahora?

Eso lo decidiremos mañana, dependiendo de lo que pase en esa dichosa reunión- respondió Gin volviendo su vista al frente- Ahora vamonos, el tiempo es valioso y ya perdimos el suficiente con tanta palabrería

Sin nada mas que decir, el equipo asesino se marchó caminando tranquilamente. Gin en medio, Vodka y Amarula en cada costado

Málaga seguía caminando por todos lados buscando a Cassis y a Amarula, a los cuales no encontraba. Optó por volver sobre sus pasos e irse con Grant’s y Taylor, los cuales llevaban a una, cada vez más pálida, Bail. Efectivamente, Dom estaba ultimando los detalles de la misión y hablando con Amarula, la rosa sangrienta de la Organización. Cuando éste se fue, Málaga se acercó al ajedrecista mostrando un auténtico espectáculo de sangre, de hecho, nada tendría que envidiarle a una película estilo gore, excepto porque faltaban vísceras.

--Eso os pasa por jugar demasiado-el castaño recibió la mirada del estratega con una leve sonrisa divertida.
- ¿Acaso tú no has jugado con el tuyo?-le preguntó a Dom ensanchando su sonrisa
-Si casi me envenena pero aquí estoy
-Aquí estamos también, aunque sea de milagro. ¿Hemos cumplido, no?-preguntó recuperando su seriedad
-Tengo que revisar cómo fue todo pero… Me he enterado de que tu espectáculo ha sido cuanto menos extraño. ¿Tienes algo que decir?
-Por el bien de la estabilidad de la organización, mejor no indagues demasiado en eso.-dijo esbozando una sonrisa bastante sádica, aunque no tanto como las de Gin, el Colgate y el Loreal de la mafia.

Ambos estuvieron un rato mirándose, Grant’s y Taylor llevaban a Bail. Dom dio la posición de los coches mas cercanos, Grant’s metió a Bail en uno de los coches y se sentó en el asiento del conductor arrancando la marcha, Málaga se tumbó en el asiento trasero del otro coche y Taylor lo conducía. Sacó la Beretta de Everglo y la sostuvo en el aire mirándola.
Lo conseguimos, gracias a ti Everglo. Prometo que cuidaré de tu Beretta, con el cariño que merece y con el que te tengo-pensó con tristeza, no lloraría, no mostraría debilidad en esos momentos, guardó la Beretta y se dispuso a dormir debido a la falta de sangre en el cuerpo.

Cuando despertó se vio en la enfermería de la sede, con varios vendajes que le hacía parecer la momia de Tutankamon, tenía a Taylor a su lado, y con la poca fuerza que tenía le iba a preguntar por Bail pero no pudo ya que éste le interrumpió
No hables por ahora. Escucha bien, estabas gravísimo, debes comer para reponer sangre y fuerzas. Después hablamos, mañana hay reunión y debes estar con fuerzas e ir armado-le dijo bastante serio, incluso para él. Entendía la situación y observó la Beretta en la mesilla de noche junto a la comida. Sonrió, la cogió y después volvió a soltarla para devorar la comida tan rápido que parecía un saiyan salido de un ayuno de 21 dias. Taylor le informó de los sucesos recientes y solo pudo sonreir,

No esperaba menos de Cassis, siendo sobrina de quien es, aunque yo en su lugar lo hubiera atado y le hubiera dado hasta latigazos y habría sido mas sádico, a mi gusto se quedó corta

Te estas volviendo sádico, asi que tus genes por parte de padre lo eran

Málaga asintió recordando lo que James le había contado

-Según Black era un asesino que torturaba a sus víctimas hasta el punto de que llegaban a la locura psicológica y después las mataban o si no llegaban a la locura morían por sus heridas-dijo serio.

Una vez recuperó fuerzas optó por levantarse y, con ayuda del troll más grande que dio la mafia, subió a la azotea con la beretta y su tumbó en un banco que construyó mirando al cielo estrellado de las nueve de la noche, horario de verano.

-Taylor, tráeme una manta y una almohada, esta noche duermo aquí

Taylor obedeció y al poco tiempo estaba tapado y con una almohada mirando al cielo hasta que el sueño le venciera, aunque fuera dentro de varias horas, aguantando las ganas de llorar. Taylor se retiró para volver a su casa, o para trollear a Grant’s.

-Esta noche será larga ¿No crees Everglo?-pensó volviendo a alzar la Beretta para verla junto a las estrellas-Pero te prometo algo, continuaré con mi vida sin arrepentirme de nada aunque nunca te olvidaré siempre estarás en un hueco de mi corazón reservado solo y exclusivamente para tí