Rol: Nuevas Misiones de la Organizacion.

Ya esta abierto el nuevo rol para las misiones, y la primera mision es...*ruido de tambores xD*...¡El rescate de Yukon Jack!, bueno os cuento: en el espacio para comentar estuvimos hablando sobre que la mision fuera de rescatar a algun miembro al que han secuestrado, e Isolabella dijo que estaria bien que ese miembro al que hubieran secuestrado fuera Yukon xD, pero eso no impide que Yukon pueda rolear, ya que el puede describir como lo secuestraron, o que le hacen, intentar comunicarse con nosotros o lo que se le ocurra xD

Pues empiezo:

Isolabella y Sapphire caminaban apresuradas por los largos pasillos de la sede de la Organización, el jefe había convocado una reunión de extrema urgencia a la que debían acudir todos los miembros de la Organización que se encontraran disponibles en esos momentos.

- ¿De qué crees que trata la reunión? - preguntó Sapphire mientras ambas chicas doblaban una esquina.

-No lo se, pero tiene que ser algo verdaderamente importante - contestó Isolabella - El jefe no convocaba una reunion de este tipo, desde que paso lo de Kir.

- Si... - murmuró Sapphire dubitativa.

- Es probable que haya desaparecido alguien, y el jefe nos quiera mandar a por el o ella - dijo Isolabella con tono serio.

- Es eso... o que alguien ha asesinado al cuervo mascota del jefe y quiera que le hagamos una corte funebre - dijo Sapphire dejando escapar una risita.

Isolabella se rio, pero su expresion cambio rapidamente al ver donde se encontaban, Sapphire se quedo mirando con el ceño fruncido la gran puerta que se alzaba delante de ellas, habían llegado a la sala de reuniones, Sapphire se recogio el pelo una coleta alta y llamo a la puerta, se oyó un "Pasad" desde dentro de la habitación y acto seguido las dos chicas entraron con actitud decida a la habitacion ante las serias miradas del jefe y de algunos miembros que se encontraban ya presentes, se sentaron en sus correspondientes sitios y esperaron sumidas en un tenso silencio a que el resto de sus compañeros que todavia no habian llegado hicieran su aparicion para poder empezar con la reunion.

Pasaron 5 minutos desde la llegada de las chicas, e Isolabella empezaba a impacientarse. Dió un golpecito en el brazo a Sapphire, que se sentaba a su lado y le dijo en un susurro:

-Oye, no crees que estan tardando mucho?
-Estan esperando a los miembros que faltan. También han tenido que esperar por nosotras, recuerdas?
-Quien crees que falta? - volvió a preguntar Isolabella
-Hmm... - pensó Sapphire - Creo que Cassis no esta. Tampoco he visto a Gin, o a Vodka... Y ahora que lo pienso, a Yukon tapoco loo veo por aqui
-De ese impresentable no me extraña - se quejó Isolabella - seguro que esta por ahí haciendo cualquier cosa menos cumplir con sus responsabilidades.
-Isolabella! Sapphire! Silencio! - grito el jefe
-P-perdón - se disculparon las dos, y siguieron esperando en silencio la llegada de sus otros compañeros.

Spoiler:

Cassis corría tan rápido como podía para llegar a tiempo a esa misteriosa reunión y que no le hecharan la bronca. Odiaba esas reuniones, pero si apreciaba su vida era mejor mantenerlo en secreto. Cuando llegó a aquel lugar tuvo un mal presentimiento, no sabía si era porque pasaba algo malo o, simplemente, porque aquel lugar le daba escalofríos... De cualquier manera no se sentía bien. Por suerte, ese sentimiento cambió cuando vió allí sentado, junto a Sherry, a su tío. Una sonrisa se dibujó en su cara. Le gustaba estar con él, se sentía protegida, segura... Y le gustaba ese sentimiento. Afortunadamente encontró una silla libre junto a Gin y se sentó. Escuchaba a algunos miembros cuchichear, hasta que "Ano Kata" habló:

-¡Silencio!-gritó enfadado- Como veo que estamos todos presentes...
-Falta Yukon- le interrumpió Sapphire.
Él le lanzó a la chica una mirada asesina, y hubiera recibido un disparo, si no fuese porque Él no tenía su pistola a mano. Ella captó la indirecta y agachó la cabeza sin decir nada más.
-Precisamente ese es el problema- prosiguió el Jefe- Yukon Jack ha sido secuestrado por una organización enemiga.

Los altos cargos pusieron cara de preocupados, pero no por Yukon Jack, en realidad reaccionaron como si él fuese un arma secreta y su secuestro un cambio de planes. Gin seguía como si no hubiese pasado nada. Sherry puso cara de fastidio ; la cara de Sapphire era indescriptible y la de Isolabella lo decía todos sobre esos dos... Ella, que siempre estaba peleandose con él e insultandole a sus espaldas, dada una situación así se sentía fatal por dentro...
Y Cassis... bueno Cassis estaba destrozada. Solo fue capaz de pronunciar unas palabaras:
-Es una broma, ¿no?

La sala entera habia quedado en silencio tras la ultimas palabras del jefe, no era normal que el jefe se alterase tanto, lo que era una gran prueba de la peligrosa situacion en la que se encontraba en esos momentos la Orgnizacion, con un miembro secuestrado por una organizacion desconocida y sin pistas algunas sobre su paradero, podrian estar torutando a Yukon para sacarle informacion nuestra, y si ese era el caso estabamos jodidos.

- Esto... y cuando desaparecio exactamente? - pregunto Sapphire con la voz temblorosa, rompiendo el silencio en el que se habian sumido.

- Fue hace un dia y medio - respondio el jefe con voz cansada - Yukon Jack se encontraba trabajando en una mision sencilla, ultimamente habiamos estado teniendo problemas con un pequeño grupo de ladrones que se acercaba demasiado a la base del sur, pensando que se trataba de un edificio abandonado, Yukon Jack debia vigilarlos y eliminarlos si se le presentaba la oportunidad.

- Y no es posible que quien lo haya secuestrado sea ese grupo de ladrones, al darse cuenta de que los seguian - pregunto Gin frio e inexpresivo.

- Es poco probable - dijo el jefe serio - Segun el ultimo informe que recibimos de Yukon, no eran mas que 4 ladronzuelos a los que no habia que dar demasiada importancia

- Creo que deberiamos ir al lugar donde lo secuestraron - intervino Cassis - Yukon no es tonto, seguramente dejo alguna pista que pudiera servirnos para localizarlo.

- Cassis lleva razon - dijo Isolabella - Tambien podemos comprobar si hay algun comercio cerca que grabara lo sucedido

Y así fue, el Jefe envió a los altos cargos a sus puestos anterirores, pero no sin antes advertirles que debían estar alerta por si veían o escuchaban algo sobre el secuestro. Lo mismo hizo con Sherry, y con los demás científicos. Encomendó el liderazgo de la misión de rescate a Gin, siempre acompañado de Vodka y ,esta vez, también de Cassis y Sapphire. Isolabella y Frangelico también ayudarían.

-Chianti, Korn: volved a la sala de simulaciones y seguid practicando hasta recibir nuevas órdenes.-Dijo "Ano kata" con voz fría y distante.

Éstos se retiraron.

-Escuchad!- Prosiguió el Jefe -Quiero que Gin, Vodka y Frangelico registren las cámaras de seguridad de los comercios cercanos, no paséis por alto ningún detalle, ¿Entendido? Y vosotras, registrad el lugar donde empezó este maldito problema...-Le dio a Sapphire un pequeño trozo de papel en el que estaba impresa una dirección.- Y, Gin, espero que no me falles... Confío en ti.

Salieron de la sala de reuniones y se pusieron en marcha. Sapphire e Isolabella en uno de los vehículos de la organización iban por delante, detrás, el Porsche negro como los cuervos de Gin... En él Gin se percató de que su sobrina se encontraba nerviosa y preocupada, no se sentía nada bien...
Y llegaron al lugar.

Iba Isolabella en el coche con Sapphire, aunque no le hacia mucho caso. Estaba profundamente metida en sus pensamientos. <<¿Como ha sucedido esto? Yukon secuestrado... ¿Por que me siento tan mal? >> Sapphire, notó la preocupacion el el rostro de su compañera.

-Isolabella...

Fue en ese momento que Giulia salió de su mundo.

-No te preocupes - dijo con una sonrisa - Cuando encontremos a ese idiota le voy a dar dos collejas que le va a quedar bien claro que no puede dejar que esto vuelva a suceder. Por cierto, ¿cual es el sitio al que vamos?
-Es un almacen donde se escondian los ladrones que vigilaba Yukon.

Justo acabar de decir eso el coche se paro. Habian llegado a su destino.

-Aqui es - dijo Sapphire bajando del coche

Isolabella bajó tambien. Al cabo de unos segundos, llegó un Porsche negro del cual bajó Cassis. Con ella, ya estaban listas para empezar a investigar. Con el ruido del Porsche de fondo, Isolabella saco su pistola, que llevaba en la espalda tapada con la camiseta y la cargó. Las otras dos hicieron lo mismo con las suyas propias.

-Recordad que este es el escondite de los ladrones - dijo Sapphire - asi que si veis a alguien...
-Hay que matarlo a sangre fria - dijeron las tres a la vez

Y así, mentalizadas y sin una pizca de compasion, se disponian a entrar en el almacen.

- Chicos el almacen esta vacio, pero... deberiais venir a ver una cosa - informo Sapphire por el transmisor.

- Esta bien, enseguida vamos - le contesto Frangelico.

Una vez llegaron a la puerta del almacen, se encontraron con que Cassis los estaba esperando, con su arma ya guardada.

- Cassis - dijo Gin - ¿Donde estan las demas? ¿Y que es eso que tenemos que ver?

- Isolabella y Sapphire estan arriba - contesto - Seguidme - les hizo un gesto con la mano, y los cuantro se adentraron en el almacen.

Nada mas entrar por la puerta pasaban a una amplia sala rectangular, de suelos sucios y paredes mohosas, que estaba repleta de cajas de carton vacias y telas deshilachadas, a la izquierda habian unas escaleras metalicas, algo oxidadas, que permitian la entrada a la segunda planta del almacen, se fueron acercando en silencio hacia la escalera, observando lo que parecia un simple almacen normal y corritente, las luces del techo estaban fundidas y la unica luz que entraba era la que se colaba por las ventanas que habia situadas en las partes altas de las paredes.
Subieron por la escalera, que crujia a cada paso que daban, cuando terminaron de subir la escalera, se encontraron con una puerta metalica abierta que daba a un pasillo con varias puertas a ambos lado.

- ¿Habeis revisado todas las habitaciones? - pregunto Frangelico

- Si, pero no habia nada extraño, solo mas cajas y algunas herramientas de construccion

- ¿Y que se supone que tenemos que ver? - pregunto Gin irritado.

- Por aqui - Cassis les guio hasta la 3ª puerta a la derecha, en esa habitacion se encontraban Isolabella y Sapphire arrodilladas en el suelo, murmurando cosas en voz baja.

- ¿Crees que puede ser de el? - pregunto Isolabella en susurro.

Sapphire asintio.

-¿Que estais mirando? - pregunto Frangelico con curiosidad, acercandose hacia las chicas que todavia estaban arrodilladas.

- Esto - Sapphire señalo el suelo, mientras se levantaba, a la par que lo hacia Isolabella.

En el suelo blanco destacaba como un cuervo entre una bandada de palomas blancas, una mancha de sangre, todavia pegajosa.

Málaga se encontraba en la sede del FBI, metido en una reunión, reunión a la cuál tuvo que asistir en lugar de su jefe, James Black. Cuando la reunión terminó, recibió un mensaje de Cassis. El mensaje en cuestión era el siguiente:

"Málaga, Yukon ha sido secuestrado por una organización enemiga, puede ser el FBI"


Contestó al mensaje con un "De acuerdo" mientras pensaba "Ése chico siempre da problemas" y siguió avanzando hacia la salida del edificio, dónde había un hombre bastante mayor esperando.

-¿Qué tal la reunión, Michael?-preguntó el hombre, tenía gafas y el pelo canoso.

-Bien. Lo de siempre.-respondió-¿Y los demás?

-Esperando el siguiente movimiento de la organización. Aunque he de decir que últimamente está muy tranquilo todo.

-Sí. Demasiada tranquilidad.

-¿Hay novedades en la organización?

-Nada. Sólo misiones menores, han tenido problemas con unos ladrones, por lo que sólo patrullan. Es muy raro.

-¿Sabes? Han estado produciéndose desapariciones inquientantes últimamente, son personas con gafas de sol, abrigos, bufandas y gorros. Han desaparecido dos agentes de la CIA, tres del FBI, y uno de la INTERPOL. Ten cuidado.

-Vale-dijo Michael, saliendo del coche-tú también James, nunca desaprovecharían la ocasión de tener de rehén a un alto cargo del FBI.

Mientras iba de regreso a casa, Michael iba sumido en sus pensamientos.

"Así que han desaparecido tres agentes del FBI, dos de la CIA y uno de la INTERPOL. Son seis rehénes, si éstos tipos han sido los que han secuestrado a Yukon tienen siete rehenes. Mañana tendré que informarme mejor. No voy a abandonar a un compañero, por muy descuidado que sea Yukon. Aunque lo que ha dicho James, puede descartar por completo a tres de los organismos policiacos más importantes, pero nadie de la policía de Nueva York ha desaparecido. Éso significa que van por miembros de organizaciones grandes e influyentes. Pero también puede ser una trampa, no es la primera vez que, James, sospecha de que soy un topo. Sólo el tiempo dirá si el FBI está metido hasta el cuello, o si por el contrario James dice la verdad. Mañana deberíamos debatir éste asunto en una reunión con El Jefe"

Con ésos pensamientos en su mente, Michael se fué a duchar y a dormir.

Hubo un silencio por unos momentos, nadie se atrevía articular palabra. Al fin, alguien habló:

-¿Creéis que es de Yukon?- Dijo Cassis preocupada.

-No lo podemos saber seguro, pero creo que sí…- Respondió Sapphire.

-Por la cantidad no podemos determinar si está muerto o no, pero no lo creo…Quizá aún no le hayan sacado toda la información que quieren sobre nosotros…-Soltó Gin enfadado.

-Eso contando con que quieran sacarle información…- Intervino Frangelico.

-Quién sabe…-Dijo Vodka.

Isolabella permanecía callada haciéndose preguntas así misma… ¿Dónde está? ¿Quién se lo ha llevado? ¿Porqué…? Pero ninguna tenía respuesta, era imposible deducir algo con las pocas pistas que teníamos en esos momentos… una: está herido, y posiblemente muerto.

Gin informó al Jefe…

-Maldición… necesitamos más pistas…-Respondió Él.-De momento no podemos hacer nada más que buscar información sobre esos tipos…¿Estás seguro de que no aparecía nada sobre ellos en las grabaciones de las cámaras de los comercios cercanos?

-Sí, seguro.-Contestó Gin.

-Está bien, de momento volved a la sede de la Organización e informad a los demás miembros excepto a los altos cargos, de esos me encargo yo, ya se me ocurrirá algo…

A la mañana siguiente, Michael salió de su apartamento rumbo hacia una de las calles más concurridas de Beika, no llevaba mucho tiempo caminando cuando decidió deternerse a desayunar en un bar. Mientras llegaba el camarero a tomar nota de su pedido, Michael pensaba mientras miraba de reojo a unas personas con chaqueta color gris amarillento, boinas rojas, bufandas del mismo color, gafas de sol y vaqueros azules "¿Qué se creen esos tipos? ¿Qué no los he visto? Con las pintas que llevan incluso un niño de cinco años se hubiera dado cuenta de que le seguían". Tan sumido estaba en sus pensamientos que no reparó en la llegada del camarero.

-Joven ¿Qué desea tomar?-le preguntó el camarero, tenía ojos azules y el pelo castaño claro, casi rubio, aparentaba no tener más de 40 años.

-Bien. Me gustaría un bocadillo con mantequilla, un vaso de cola cao, y para el final tráigame un batido de Vainilla.

-Marchando

El camarero se marchó con su pedido, y Michael volvió a sus pensamientos, afortunadamente no pasó mucho tiempo cuando el camarero regresó con su pedido.

-Aqui tiene, ¡Qué aproveche!

-Gracias.

Michael se terminó el bocadillo, el cola cao y el batido, y llamó al camarero para la cuenta.

-¿Desea algo más?

-No. Tráeme la cuenta, por favor Vermouth.

-Así que te has dado cuenta. No esperaba menos de tí

-¿Y bien? Cuando la mano derecha del Jefe está aquí, no puede ser por nada.

-Es cierto. En una hora hay una reunión en la organización...necesitamos a todos los miembros presentes...

-¿Es por lo de Yukon?

-Sí. Pero supongo que, no es lo único ¿Verdad?

-No. Aunque ya te enterarás en la reunión. Ten cuidado con ésos tipos de las chaquetas.

-Sí, ya me he dado cuenta. Son 3.50 $

-Muy bien. Cóbrese.

Michael salió del bar, rumbo hacia una de las calles paralelas a la calle principal de Beika, se dirigía a su destino, la sede de la organización, pero antes, se detendría en otro lugar, al cual llegó en pocos segundos puesto que era un solitario callejón.

-¡Se que me habéis estado siguiendo desde ésta mañana, Salid!-bramó Michael

-¿Eres Michael Myojin?-preguntó uno de los sujetos, que parecía el líder del pequeño grupo de cinco sujetos.

-Sí. ¿Qué desean?

-¿Te importaría dejarte secuestrar? ¿O tendremos que usar la fuerza?

-JE. Intentadlo si podéis.

En un instante, el grupo de secuestradores, estaba noqueados e inconscientes, todos salvo el líder que estaba consciente.

-¡Vamos habla! ¡¿Quiénes sois y porqué váis tras grandes organizaciones?!

-Jejejeje. A tí te lo vamos a decir...aunque hay algo que debes saber...uno de tus amigos de la organización está a punto de ser secuestrado.Jajajaja

-¡¿Quién?! ¡Habla maldito!

-Jajajaajaj. Nunca lo sabréis, os secuestraremos y os mataremos uno a uno. JAJAJAJAJA

Ésa fue la gota que colmó el vaso, Michael le golpeó con todas sus fuerzas, y lo dejó inconsciente.

-Si no quieres cantar conmigo, no te obligaré pero te llevaré ante Gin y con él vas a cantar Soleares, Bulerías, y demás cantes flamencos.

Diciendo éso, Michael cogió al hombre cómo si fuera un saco de patatas y salió rumbo hacia la sede de la Organización, y allí frente a sus puertas, ató y amordazó al rehén, y al llegar allí, Gin y su grupo venían llegando, entonces paró a Gin y le informó de todos los sucesos recientes obviando la parte del FBI que lo añadiría en la reunión.

Se encontraban otra vez todos reunidos en la misma sala en la que les habian informado del secuestro de Yukon, en silencio esperando a Gin y a Malaga, los unicos que faltban por llegar.

- Se ha confirmado que la sangre sea de Yukon...?

Todos los miembros se giraron hacia Isolabella, que había hablado con la cabeza agachada

- Si, la sangre era suya - confirmo Sherry - Y, aunque era una cantidad importante de sangre, estamos casi seguros de que Yukon sigue con vida.

La sala entera parecio dar un suspiro de alivio, y justo entonces Malaga y Gin entraron apresurados por la puerta.

- Y bien... ¿Alguna novedad? - pregunto el jefe, mientras mordisqueaba su cigarro.

Malaga conto la historia sobre los hombres que le habian atacado, como iban vestidos y lo ultimo que dijo, nos dejo a todos en estado de alerta, tanian pensado secuestrar alguno de nosotros.

- ¿Falta alguien? - pregunto Cassis, mirando a su alrededor

- Por ahora parace, que no - respondio Frangelico

- ¿Y donde habeis dejado al tipo ese? - pregunto Vermouth que se encontraba detras de Ano Kata.

- Le hemos encerrado en la sala de interrogatorios, enseguida ire a hacerle una visita... - al ver aquella sonrisa en la cara de Gin, muchos tragaron saliva, no les gustaria estar en el lugar del aquel sujeto.

- Una cosa... - dijo Sapphire derepente, mirando a Malaga - Esos hombres... conocian tu nombre ¿verdad? - al ver el asentimiento de Malaga Sapphire continuo hablando - Eso quiere decir, que es probable que te hayan estado vigilando - todos la miraron como diciendole "eso resulta obvio, genio", y en seguida se apresuro a añadir - Por lo que seguramente, tambien saben que estas infiltrado en el FBI, y si por una "casualidad" el FBI se enterara de eso, estariamos a un en mas problemas de en los que ya nos encontramos...

Las palabras de Sapphire no sorprendieron a Málaga, él se limitó a soltar un suspiro y entonces habló:

-Sí. Es posible que lleves razón, aunque ellos aún no han hecho su movimiento...Según mi jefe, James Black, han estado desapareciendo agentes del FBI, de la CIA y de la INTERPOL. Estoy baranjando la posibilidad de que me lo haya dicho para tenderme una trampa, pero...si es verdad que han desaparecido dichos agentes, tienen siete rehenes contando a Yukon, asumiendo que sean los mismos tipos. Después de la descripción que me ha dado James, puedo asegurar que son los mismos tipos de la descripción de James. Eso es todo lo que sé, por ahora.

Toda la sala estalló en murmullos con el relato de Málaga. Algunos pensaban que el FBI estaba tratando de de desarmar la organización. Otros, en cambio, pensaban en que el FBI estaba en apuros y que debían sacar provecho. Y Málaga se sumió en sus pensamientos

-Entonces ahora, ¿Qué hacemos, Jefe?-preguntó Vermouth

Con la pregunta de Vermouth, toda clase de murmullos cesó.

Isolabella estaba sentada con la mirada baja. Ese asunto le preocupaba mas que a nadie y todas esas preguntas sin respuesta seguoan rondando por su cabeza. Se llavo las manos a la cabeza, que ya empezaba a dolerle. Demasiadas emociones en un dia. Escucho atentamente como hablaba Vermouth, y cuando acabo, se levanto para hablar ella y que todos la escucharan.

-Tenemos demasiados problemas para pensar el el FBI ahora - dijo levantandose - De todas formas, tenemos que apresurarnos en encontrar a Yukon. Como mas tiempo pase, mas probabilidades hay de que le maten o de que revele nuestros secretos, no se que es peor...

Todos los miembros la miraron sorprendidos. Ellos sabían de su rivalidad con Yukon y habian notado cierto punto de preocupacion en su voz, y era algo a lo que no estaban acostimbrados. Pero Isolabella no hizo caso y siguio hablando.

-Propongo que algun miembro vuelva al almacén. Cierto es que Cassis, Sapphire y yo hemos estado registrando el lugar y solo hemos encontrado esa sangre, pero-
-Pero podria ser que los ladrones que seguia Yukon volvieran al lugar y asi poriamos interrogarles, no? - acabó Cassis

Isolabella asintió con la cabeza mirandole, y luego volvio a mirar al jefe, esperando su respuesta.

-Esta bien. Isolabella, tu iras dentro y la resta esperareis por los alrededores por si esos ladronzuelos se ponen violentos y se niegan a colaborar. Pero preferiria que entrara alguien mas contigo...
-¡Yo iré! - dijo Sapphire levantandose

Intercambió una mirada con Isolabella y ambas miraron al jefe buscando su aprobacion.

-Esta bien. Id vosotras. Prepad los coches. Saldremos de immediato.
-Espere un momento, jefe - dijo Vermouth detras suyo - ¿No cree que llamaremos mucho la atencion si pasa una hilera de coches negros por el medio de la ciudad?
-Entonces, ¿que sugieres?
-Pues que vayamos por separado, que salgan unos y un rato despues, otros. Y ademas, deberiamos aparcar a unas manzanas del edificio e ir disimuladamente hasta allí. Obviamente, Sapphire e Isolabella deberan ir andando desde el principio.
-De acuerdo - dijo el jefe - Hagamoslo asi... - luego, levantando la cabeza siguó hablando - ¡Ya habeis oido! Cada 3 minutos saldran dos conches! Uno girara a la derecha en la encruzijada y el otro a la izquierda. ¿¡Entendido!?
-Si, jefe - dijeron todos los presentes
-Ya os podeis ir! - Todo el mundo fue saliendo - ¡Isolabella! ¡Tu quedate un momento!

Cuando todo el mundo hubo salido, Isolabella cerró la puerta y se acercó con paso firme al jefe.

-Si, jefe?

El hombre puso sobre la mesa una cosa que parecia un clip de pelo con un extraño adorno de forma redonda.

-Que es esto? - pregunto Isolabella cogiendolo
-Es un clip de pelo con camara y microfono incorporados. Quiero que lo lleves puesto y lo enciendas al llegar al almacén. Simplemente debes apretar el adorno. Asi yo podre controlar vuestra operacion. Pero no le digas nadie esto, esta claro?
-Muy claro!
-Bien. Puedes irte. Te estan esperando.

Ella asintió con la cabeza y se dirigió hacia la puerta.

-Giulia! - oyó detras suyo, y se giro. Era el jefe quien la habia llamado por su nombre
-¿Si?
-Confio en ti.

Esas palabras le sorprendieron.

-Claro - contesto con una sonrisa

Y finalmente, abandonó esa sala para ir a reunirse con su compañera Sapphire.

En una pequeña habitación en un lugar desconocido se encontraba Yukon tirado en una esquina después de otra de sucesiones de tortura

La habitación era pequeña y sin un rayo de luz sin agua y sin comida salvo por unas gotas que caía del techo cada 3 segundos si no fuera por el asqueroso olor de esa agua se la hubiera bebido del piso con todos elementos sentía que su mente estaba cerca del quiebre pero algo era seguro torturado, quebrado, o a punto de morir nunca diría nada a esas escorias

El silencio de la habitación se vio interrumpido por el sonido de la pesada puerta de acero al abrirse

-Levántate.-Ordeno una voz autoritaria y fría a un Yukon que se encontraba en una equina llena de sangre

-No puedo.-Respondió moribundo Yukon sin levantar la cabeza

-Entonces yo te llevo solo no me manches con tu sucia sangre.-Dijo el hombre acercándose y agachándose para levantarlo

Apenas el hombre se acercó a Yukon enredo su brazo en su cuello y con todas las fuerzas que tenía y el peso de su cuerpo impacto la cabeza del guarda con el piso de acero dejándolo inconsciente

Se arrastró hasta la cintura del hombre inconsciente y agarro un revolver y un manojo de llaves y muy lentamente se paró y tambaleándose así a la puerta con el revolver arriba que pesaba 10 veces más de lo normal llego a un oscuro pasillo en el que había varias puerta que se imaginaba llevaban a otras celda ignoraba si habría alguien hay y se dirigió a la puerta que salía de esa zona y llevaba a un ascensor

A unos pocos pasos antes de llegar a su meta la puerta se abrió y tal vez fue porque sus ojos todavía no se acostumbraban a la luz que salía desde de la puerta o por la pérdida de sangre pero solo pudo ver una silueta antes de poder apretar el gatillo sintió un ardor cerca del corazón y un sonido tan fuerte que parecía romper su tímpano conocía perfectamente un disparo lo último que vio fue el techo mientras se desplomaba hacia el piso

Sapphire esperaba a Isolabella apoyada en la pared de uno de los pasillos de la Organizacion, ella se encontraba ya preparada esperando a que Isolabella saliera de su habitacion, habia ido alli despues de su charla a solas con el Jefe, para recoger las cosas que necesitaria.
La puerta que estaba en frente de Sapphire, se abrio de golpe, dejando ver a Isolabella con un expresion completamente decidida, apenas quedaba rastro de preocupacion en su cara.

- ¿Estas lista? pregunto Sapphire enderezandose.

- ¡Si! - le respondio Isolabella con firmeza.

- Entonces ¡Vamos! - y despues de recorres unos cuantos pasillos, bajar escaleras y demas, salieron con paso rapido de la sede de la Organizacion.

Llevaban caminando ya cerca de 15 minutos, el almacen no estaba lejos, pero a para ir a pie, tampoco estaba cerca, aunque en menos de un minuto ya podrian vislumbrar el almacen.

- Ya estamos cerca - dijo Isolabella con la mirada al frente

- Isolabella - murmuro Sapphire - ¿De verdad crees que esos tipos hayan vuelto al almacen?

- Creo que es muy probable, cuando fuimos, no hacia mucho que se habian ido, y al parecer llevaban prisa, ya que no limpiaron la sangre de Yukon, lo que les daria a quien buscara a Yukon, una gran pista sobre su posible paradero - dijo Isolabella - Asi que, o los que secuestraron a Yukon eran muy despistados o...

- Tuvieron que salir corriendo por algun motivo - completó Sapphire la frase

-Exacto, y no creo que alguien que secuestra a miembros de las Organizaciones mas poderosas del pais, sea tan despitado, como para ir dejando pistas por ahi

- Bueno. ya hemos llegado - mientras iban hablando se habian acercado al alamcen hasta quedar justo en frente de las puertas

- ¿Crees que el resto habra llegado ya? - se giraron, inspeccionando a su alrededor, y consiguieron ver algunas siluetas escondidas entra las sombras, o alguna que otra rondando por los tejados de otros almacenes cercanos.

-Eso parece - Isolabella dejo escapar un suspiro.

- Allá vamos... - susurro Sapphire, empujando levemente la puerta con una mano

Entre por esa puerta de hierro, esa dura y pesada puerta por la que seguiría entrando por mucho tiempo más a partir de este instante. No estaba asustada, no sabia lo que me esperaba y tampoco creía que fuera fácil permanecer allí, sin embargo sabía que peor que mi pasado no podia ser. No tenia nada por perder.
Camine firmemente por el pasillo, lo observe cuidadosamente mientras me dirigía a mi destino, no era como me lo imaginaba, el lugar estaba bien iluminado, las paredes pintadas de un tono ocre daban la sensacion de tranquilidad y armonía, todo lo contrario a lo que aguardaba dentro de ellas. Camine, y seguí caminando. Comenzaba a ponerme nerviosa, todos me miraban, era mas que obvio que no solian traer a gente nueva por allá. Todos susurraban y miraban. Calcule que en el trajecto que hice hasta la habitación de ese enigmatico tipo a quien ellos denominaban "lider" me cruce con, por lo menos, treinta personas; todas con su vista centrada en mi.
Antes de que pudiera imaginarme que podrían estar diciendo sobre mí llegue a la habitación. Me detuve.
Contuve la respiración cuatro segundos y golpee la puerta. Una voz me respondio: Adelante.
Lo primero que pensé en ese momento fué en su voz, tenia una voz diferente, facil de reconocer. Supongo que luego de tanto tiempo intentando imaginarme a una persona esos detalles resultan "interesantes". Me agradaban las cosas interesantes y me agradaba ese lugar.

Michael iba andando por las calles de la ciudad. Él había cumplido, llevando al sospechoso a la sede de la organización. Ahora todo estaba en manos de Gin. Si Gin no conseguía hacer que hablara, no podríamos saber el paradero de Yukon. Mientras caminaba, iba pendiente del movil, bien esperando la llamada de Gin, o esperando el mail con órdenes del Jefe. Finalmente, el móvil sonó. Era un mensaje.

Muévete hacia la zona de las fábricas e investiga por ahí. Si encuentras algo infórmame y se lo comunico al Jefe. Si no encuentras nada en hora y media, apoya a Sapphire e Isolabella en el almacén. Vermouth


-Al menos tendré algo que hacer, más que estar deambulando-dijo mientras ponía rumbo hacia las fábricas.

En una vieja celda, en la sede de la organización se encontraba el sospechoso en una silla, atado y amordazado por Vodka. Éste se encontraba, como siempre detrás de Gin, quien no paraba de hacerle preguntas al prisionero sobre el paradero de Yukon. Cassis se encontraba también en el lugar, algo más lejos, comtenplando la escena.

- Maldición, ¡te he dicho que contestes imbécil! - Decía Gin mientras le volvía a disparar y en suelo se agrandaba la mancha de sangre, de la cual, parte estaba ya seca, por la cantidad de tiempo que llebavan allí.

El sujeto empezó a llorar... mientras Vodka reía, a Gin se le dibujaba una sonrisa en la cara, y Cassis permanecía seria pensando: "Cobarde..."

-Ya es suficiente, démosle un descanso y volvamos después...- Dijo Cassis.

Gin rió.- No hay descanso para los cobardes...- Disparó de nuevo, esta vez en su pierna derecha.- Pero estoy harto de estar aquí. Vámonos.

Salieron de la habitación dejando atrás a el cobarde que quizás les haya robado un miembro valioso...
Cinzano se encontraba en la puerta esperando.

-Ya era hora... ¿A soltado algo? -Preguntó ella.

-Nada... es un maldito cobarde -Dijo Gin, quien de repente, sonrió.- Pero en mi próxima visita hablará...No aguantará sin agua una noche, y menos con esas heridas. Te lo aseguro.

Cassis dejó que su tío y su subordinado siguieran andando sin ella, para así poder decirle a Cinzano:

-Dale algo de agua, y véndale el brazo y la pierna, si queremos que hable, le necesitamos vivo.

-Pero Gin ha dicho...

-¡Es una orden!

Cinzano sabía, que Cassis no era nadie para darle órdenes, pero calló y le hizo caso, ella también pensaba que eso era lo mejor.

Michael caminaba por las, ahora, solitarias calles rumbo hacia las fábricas abandonadas. Desde que había llegado a Beika, había oido rumores sobre que las fábricas era hogar de diversas bandas de narcotraficantes, puesto que nadie se acercaba allí, ni siquiera la policía, por esa razón las fábricas eran el paraíso de los narcos, hasta que tiempo atrás, desmantelaron dichas bandas y ahora estaban abandonadas.

-"Bueno, por fuera no parece haber nada, salvo éso"-pensó Málaga, viendo cómo algunas personas, cargaban paquetes blancos en diversos camiones.-"Eso es Cocaína. Aquí sólo parece haber narcos y cárteles de la droga. Aquí desde luego no parece haber nada de Yukon"-el grupo de camiones partió y entonces sólo quedó una persona en el lugar-"Ahora es el momento de salir y..."-en ese momento una persona salió desde la esquina contigua y abordó a la persona de la banda de narcos. Era James Black-"¿James? ¿Qué hace aquí? Será mejor que me esconda"-me dirigí a otro lugar más cercano para escuchar la conversación.

-¡¿Dónde están los agentes desaparecidos?!-preguntó James-¡Habla! ¡Se que han estado aquí!

-Tranquilo, hombre, se lo contaré ¡Pero no me haga daño!-gritó el hombre-nuestro jefe ha hecho un trato con un tipo de una organización muy rara. Todos sus miembros llevaban chaquetas, gafas de sol y bufandas. Aquí han tenido a siete tipos, malheridos durante 2 días. A uno de ellos se lo llevaron a un almacén en las afueras, pero volvieron con él en un estado lamentable, el pobre muchacho estaba muy malherido. Ahora mismo se dirigen a...-no pudo terminar la frase ya que un disparo sonó y le voló la cabeza al traficante, cayendo la cabeza a los pies de Málaga. James persiguió al tipo que había disparado y Michael permaneció en su sitio.

-"Estamos cómo al principio, pero al menos, sé algo. Yukon sigue con vida"-con esos pensamientos, Málaga abandonó la zona de fábricas buscando la sede de la organización para informar a Gin, Vermouth y al Jefe de su descubrimiento.

Como prometí


-¿Gin? –preguntó Sherry al abrir la puerta de la celda, pero la única respuesta que logró fue el silencio. Un silencio incomodo que acompañaba una terrible imagen, el hombre al que estaba torturando estaba bañado de sangre, aunque por imposible que fuera seguía respirando –. Dios mío… -simplemente pudo decir eso, acercándose al hombre lentamente.
El hombre intentó murmurar algo, pero Sherry colocó suavemente su mano en la barbilla de él para levantarle el rostro y así conectar sus ojos con los del extraño.
-Por tu mirada… pareces la única que tiene corazón en esta organización… -rió el hombre, en cada una de esas palabras escupía una cantidad considerable de sangre y por su expresión del rostro mostraba también dolor –. ¿Tu también quieres saber donde está tu amigo?
Sherry suspiró, levantó una de las sillas que se hallaban en el suelo por la rabia de Gin y se sentó a su lado.
-Te mentiría si te dijera que no lo quiero saber… –murmuró mientras buscaba algo entre sus bolsillos –. Pero en verdad me han traído aquí para mantenerte con vida, Gin no deja que sus victimas mueran rápidamente, le encanta la tortura.
Empezó a vendar una de las heridas miles que había infligido Gin con su arma. Se estaban empezado a infectar a causa de la humedad y la poca higiene que había en esa pequeña celda, con sus esfuerzos intentó estabilizar su salud para que no fuera a peor.
-Se te da fatal la medicina –se mofó el prisionero.
-Soy científica –replicó Sherry con poco de humor, ella no era como Gin, aunque también intentaba no empatizar con la gente –. No doctora –finalizó al levantase, guardando lo que quedaba de vendas en su bolsillo de la bata.
-Te veo en los ojos que intentas irte de esta organización, Sherry.
-Pues necesitas gafas… –mintió mientras se dirigía a la puerta, pero en el acto se giró totalmente aterrada –. ¡¿Cómo sabes mi nombre?!
-Se me el tuyo, y el de los demás –su voz de volvía cada vez más amenazante, sabía que tenía la situación bajo su control –, Nuestra organización os sigue bajo la sombra, sabemos mucho de vosotros como de otros grandes clanes, tanto de la luz como de la oscuridad.
-¿Quiénes sois? –sentía el frío picaporte bajo su mano, ¿Qué tenia que hacer? –. Si fuerais lo suficientemente listos y supierais todo lo que supierais de nosotros, sabríais perfectamente que si os acercáis demasiado podéis acabar todos muertos y borrados del mapa –siguió hablando con él hombre, sin soltar aún el picaporte… ¿Y si llamaba a Gin?
El hombre soltó una gran carcajada.
-Ni el FBI, ni otros grandes grupos nos han podido tocar… ¿sabes lo divertido que es poner a tu amiguito con los de la ley?-rió -. ¿Y si le da por hablar?
-¡Él nunca hablaría!
-¿¡Y tu que sabes!?
Sherry no supo que contestar… esto se le estaba yendo de las manos, además de que sentía una extraña sensación.
-¿Por qué? –intentó tener la chica la mente clara –. ¡¿Por qué estas tan tranquilo?!
-¿Por qué? –miró fijamente a la joven y hizo un movimiento extraño con la boca provocando que a los pocos segundos le saliera más sangre –. Porque no voy a dejar que ese idiota rubio de gabardina negra me amenace más con esa pequeña arma, todo es inútil...
Sherry se acercó al hombre y le abrió la boca, comprobó que se había mordido la lengua con una de las muelas… y que de aquella muela salía un líquido extraño pero olía fuertemente a almendras.
-Veneno… -murmuró con los ojos bien abiertos, eso no era de novatos, tenía en frente a alguien que podía tener información muy valiosa y preparado para morir para no darla a ningún otro ser humano –. ¡¡Veneno!! –gritó para que algunos de los hombres de negro de afuera que hacía guardia le escuchase.
-Gracias por tus curas… –murmuró el hombre y su voz cada vez quedaba más apagada, pero aún soltaba pequeñas risas macabras –. Pero como puedes ver no hacía falta…
-¡¡Que venga alguien por dios!! –gritaba Sherry mirando a la puerta, que finalmente se abrió por uno hombre de negro bastante corpulento.
-¿¡Que ocurre?!
-¡¡Este hombre se está suicidando con veneno que se hallaba en su muela!! –Sherry mantenía su mano en la barbilla del enemigo –. ¡¡Trae a Gin rápido y manda a alguien a mi laboratorio!!
-¿Para que?
-¡¡Para que digáis que veneno puede ser y traigan una cura rápidamente!! –miró los ojos de extraño -. ¡¡Rápido por dios!!
La puerta cerró bruscamente.
-Eres un idiota –Insultó la chica, pero obtuvo un murmullo irreconocible como respuesta –. ¿Cómo? –intentó saber que intentaba decir…
El hombre con sus pocas fuerzas se acercó a la oreja de la joven, ella pensó que le iba a atacar pero repitió el murmullo haciendo que la joven abriera los ojos causado por la sorpresa, después de eso el hombre sonrió por última vez y cayó en la inconciencia.
-¡¡Rápido!! –Suplicó la joven haciendo aparecer sus primeras lágrimas en los ojos… causado por el Shock y el estrés de no saber que hacer...